Para que las heridas sanen, deja de tocarlas
La risa es un tranquilizante sin efectos secundarios
Saber no es suficiente; tenemos que aplicarlo. Tener voluntad no es suficiente: tenemos que implementarla
Los grandes espíritus siempre han tenido que luchar contra la oposición feroz de mentes mediocres
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes
Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.
El más difícil no es el primer beso, sino el último
La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener
No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió